El verdadero budo
El fundador del Aikido utiliza a menudo la palabra Budo. ¿Pero cuál es para él, el verdadero Budo, el Budo original?.
«Es lamentable caer en el falso Budo sin conocer el verdadero bu del Japón».
«[…] En el Budo, al principio, no hay combate como en el deporte. Si hacemos un combate, ello nos lleva a la muerte. Pero es una gran falta buscar el combate, porque la destrucción o el asesinato, matar o herir, son grandes crímenes de la vida.
En Japón, desde tiempos remotos, la ley del Budo dice no matar, no herir. El verdadero Budo de nuestro país es el camino de la gran armonía, es decir la purificación del cuerpo y del corazón. Establecemos en la tierra los reglamentos del cielo, y practicamos, creamos y protegemos todo.
Esta es la regla del bu. Pero hoy en día, todos los que hablan o practican el Budo en general, no conocen el verdadero bu del Japón; practican el falso Budo, no el genuino, y eso es realmente lamentable. (Diario del Aikido,10 mar.1960).
Esta definición del Budo dada por O’Sensei facilita, a mi entender, la comprensión del siguiente texto:
«Si en la práctica del Budo hay deseo personal, no se puede avanzar, es el Budo nefasto, no el verdadero Budo, y eso conduce al desastre. El pensamiento concentrado (Nen) no debe ser prisionero del hecho de ganar o de perder; hace falta vincular correctamente el ki al universo. Si nuestro pensar permanece siempre en nuestro cuerpo, esto no cambia; pero si podéis realizar el vínculo con el universo, esto se desarrolla.
Si hacéis esto, nuestro pensamiento conocerá todo (Nen) se convertirá seguramente en fuerza divina; entonces todo se aclarará; y si vuestro pensar (Nen) del cuerpo se vincula al ki del universo, nuestro cuerpo se armoniza con el universo, y podéis encontraros en el centro del universo, allí donde no existe ni la vida ni la muerte. Este es el significado secreto, profundo, del Budo».
«El pensamiento concentrado (Nen) correcto, es vincular el ki al Universo». (Aikido Shinzu, p.104)
Armonizarse con el universo, unirse al Ki del universo, ésta es la esencia del Aikido. O’Sensei precisa, además, que para que el Aikido «salga», hace falta estar de pie encima del «puente» que une el cielo a la tierra (Ame no ukihashi ni tatsu).
Y, en el texto donde explica como olvidó, después de una ceremonia, las técnicas aprendidas, añade:
«En este camino hay que estar de pie encima del puente flotando entre cielo y tierra. Si uno no se halla en este puente el Aikido no sale, si uno se halla en este puente, en estas condiciones alguna cosa sale, y eso se llama Takemusu Aiki». (Aikido Shinzui, p.23 y 599)
Y aún:
«En este camino, uno debe estar de pie en el puente flotando en el cielo. Si uno no se encuentra encima de este puente, el Aikido no saldrá jamás». (Aikido Shinzui, p.26)
Armonizarse con el universo, estar encima del puente flotante… estas recomendaciones se dirigen al mundo del espíritu; serán de gran valor cuando el entreno hará aparecer la necesidad de comprometerse en la búsqueda de su concretización.
Chinkon Kishin No Hoo (El método para colmar el alma y retornar el divino), que desarrollo en el capítulo siguiente, será la primera herramienta para iniciar esta búsqueda.
Morihei Ueshiba