El origen de las técnicas de Aikido
El fundador del Aikido ha practicado muchos «budos» (ver biografía en la página 160), pero no está de mas recordar su insatisfacción.
«Ejercitaba mi espíritu con el «budo2 a los 15 años, y visitaba a los profesores de esgrima y de «jujutsu» de varias regiones. Asimilaba en pocos meses los secretos de los hallazgos más recientes. Pero no había ninguno que me enseñase la esencia del budoo capaz de satisfacer mi espíritu». (Aikido, por Kisshomaru Ueshiba, 1957, reeditado en 1985)
Así pues, aunque el maestro Morihei Ueshiba haya estudiado y asimilado numerosas escuelas de «Budo», no estaba satisfecho. Este es, a mi parecer, un punto muy importante para comprender la creación del Aikido que se deja de lado muy a menudo.
Pero todavía es más importante el texto en el que dice que ha olvidado todas las técnicas aprendidas.
«El 14 de diciembre de 1940, hacia las 2h de la madrugada, después de la purificación (misogui), me encontré de pronto con una sensación muy extraña. En este momento había olvidado todas las técnicas aprendidas, y tuve que hacer de nuevo las técnicas de los antepasados; y estas técnicas son para mostrar que el mundo entero es como una familia y que no hay extranjeros».
«No es ganar o perder; no es eso; hay que suprimir esta noción; el Aikido es la técnica de la paz (wago): En estas técnicas no hay la noción del más fuerte ni del más débil». Aikido Shinzui, p.23).
Todo esto parece muy abstracto. Pero es evidente que hubo un cambio en las técnicas durante este periodo, como señala Hikitsuchi Michio Sensei cuando dice que todas las técnicas habían cambiado después de la guerra. Y estas palabras son muy importantes, pues son las palabras de uno de los pocos maestros vivos que han empezado el Aikido con el maestro Morihei Ueshiba antes de la guerra (1936) y que haya sido completamente fiel al fundador.
Estas palabras están confirmadas indirectamente por el reverendo Genyo Sogabe del templo Kozan, en Tanabe, la ciudad natal del fundador del Aikido. Cuando el reverendo recibía las enseñanzas del maestro Morihei Ueshiba justo después de la guerra, regresó un antiguo discípulo. «En aquella época regreso un antiguo discípulo de los años 35, después de una gran ausencia, para recibir las enseñanzas de O´Sensei. Y, viendo sus técnicas, expresó sus dudas. Antes, su técnica era tan terrible que temíamos rompernos un brazo o una pierna. Pero ahora sus movimientos me sorprenden un poco y me dejan perplejo». («Morihei Ueshiba, fundador del Aikido» por Kisshomaru Ueshiba, en Aiki News, nº66, julio de 1985, ed. francesa.)
Pero, ¿cuál es el origen de estas técnicas? ¿Cómo sé crearon?.
«Hasta ahora he aprendido más o menos 30 escuelas de budos. Por ejemplo Tai-jutsu de Yagyuryu, Shinyoryu, kitooryu, Daitooryu, Shinkageryu,… Pero el Aikido no es la síntesis de estas escuelas. El Aikido está echo completamente por el ki».
«El espíritu es como el viento o las olas, y el Aikido es para no enfermar espiritualmente. El Aikido reúne al espíritu que va hacia derecha e izquierda para divertirse, y la vía del Aiki es suprimir en el mundo entero la enfermedad».
«Esta vía (la del Aikido) es la vía universal, y el entreno del Aiki es el entreno del Kamu Waza (técnicas divinas); y cuando uno la pone en práctica por primera vez, se añade la fuerza universal y uno se armoniza con el universo». (Aikido Shinzui, p.31)
Así pues el Aikido no es la síntesis de todas las escuelas estudiadas por el Maestro Morihei Ueshiba. Según él, el Aikido está echo por el ki.
En otro texto explica los fenómenos que se manifiestan antes de llegar a la creación de una técnica. Es un texto difícil, pero para mi lleva los frutos de futuros descubrimientos.
«Podemos llegar al corazón del Aikido (Aikido no Shinzui) con el solo poder de producir fricciones que se repiten (Masatsu renko sayo).
La función sutil del ki es el paciente nacido del cambio sutil de la respiración, y ello es el origen del Amor (Ai).
Con la función sutil del ki, cundo practicamos Aikido uniendo el cuerpo y el corazón, podemos llegar al cambio sutil de la respiración; y la técnica puede hacerse como queremos, y este cambio de respiración hace uno el universo: Kimusubi – Ikumusubi – omusubi – Sareru (unir su propio ki con el ki del universo), y este cambio de la respiración entra profundamente en todo el cuerpo.
La función del corazón se vivifica, y la capacidad de cambiar libremente, como solo un dios puede hacerlo, se exterioriza. Pero esto no es el cambio. A este momento por primera vez, los órganos del cuerpo se unen con el nacimiento del calor, de la luz, de la fuerza, y uno puede utilizar su cuerpo como quiere, y es fácil unirse con el universo.
Con la adquisición de esta sensación del cambio sutil de la respiración nace el Aikido. Ello produce la vibración del ki en el espacio (shinku), y según la fuerza de esta vibración (muy fuerte o débil y lenta)ello produce diferentes efectos en el universo.
Con la vibración muy fuerte o débil y lenta se puede sentir la condensación (Gyoketsu) en uno del cuerpo y del corazón. Y cuando la condensación de la respiración llena el cuerpo y el corazón, si no se hace conscientemente, la respiración se unifica naturalmente con el Universo y uno siente como se expande en el espacio.
La respiración se reúne de nuevo en uno mismo, y cuando se puede respirar así, la existencia real de Dios se revive entorno a uno. Uno siente eso, y es el guia del inicio del AIKI NO MYOYOO (myoyoo: la función sutil).
Para ser guiados en la salida del Aiki, inconscientemente, necesitamos esta función sutil (Myoyoo). Si podemos alcanzar el guia Aiki no Myoyoo, podemos tener la virtud de la creación, y la respiración de eleva en espiral a la derecha y ello produce el ruido del agua y del fuego; y de ello nace la función de las fricciones sucesivas; y el ruido del agua y del fuego es el origen de todas las cosas del universo, y es insondable; y si esta función de las fricciones sucesivas se manifiesta, se puede alcanzar el espíritu del Aiki». (Diario del Aikikai, 10 mar. 1959).
Así, el fundador del Aikido nos dice que está creado por entero por el ki, y cuando se precisa su pensamiento, sus precisiones están fuera de nuestra comprensión. Solo nos queda entonces practicar para poder entrar en su territorio. La importancia de estas indicaciones aparece muy claramente. Nos indican que puntos hay que respetar al practicar esta disciplina, y es el respeto por estos puntos, como ya he dicho, lo que permitirá, durante los éntrenos, realizar experiencias que empezarán a desvelarnos el verdadero territorio del Aikido.
Gerard Blaize Sensei
7º Dan Aikikai