El budo de O'Sensei

Conociendo el Budo de O´Sensei

Publicado el 30-03-2024 a las 22:24

El Encargo de Morihei Ueshiba

Estas fueron las palabras que Morihei Ueshiba pronunció a sus alumnos dos días antes de morir.

Tras incorporarse de la cama en la cual se hallaba reposando, miró a sus alumnos quienes se hallaban reunidos a su alrededor y les dijo: No os inquietéis por este viejo. Toda vida física es limitada. El cuerpo se transforma pero el espíritu nunca muere. Muy pronto estaré en el mundo espiritual pero aún deseo proteger a este mundo. Ahora dejo esta tarea en sus manos.

Después hizo un silencio en el cual parecía estar pensando, y continuó: todos mis alumnos deben recordar que yo no he creado el Aikido. El Aiki es la sabiduría de Dios y el Aikido es la Vía de las leyes que El ha creado.

La Unión con el Universo

Todos los practicantes de Aikido habrán leído o escuchado por partes de sus profesores sobre el momento que O´Sensei se unió con el Universo, sino han tenido esa experiencia aquí va un relato corto acerca de ella:

“Después de un período de entrenamiento muy intenso y durante un ejercicio de meditación y purificación, Morihei Ueshiba experimentó la revelación de lo que había buscado durante toda su vida. El Espíritu del Universo envolvió su cuerpo en una luz transparente, y comprendió la esencia del Ki y que la fuente del Budo es más que todo el Espíritu de protección, y dijo: El Budo no consiste en derrotar al adversario por medio de nuestra fuerza, tampoco es una herramienta para provocar la destrucción del mundo. El verdadero Budo consiste en aceptar el Espíritu del Universo, salvaguardar la paz en el mundo, proteger y favorecer el crecimiento de todos los seres.

Morihei Ueshiba y el Ejército

A la edad de 20 años O´Sensei se enroló en el ejército y sirvió en el 37º Regimiento de la 4º División de Osaka. Allí se destacó por sus habilidades y coraje en la batalla, ganando el respeto de sus superiores. Pero muchos años después cuando su fama de gran maestro se había extendido y había comprendido el significado del Budo, las fuerzas militares le pidieron que enseñase su arte a sus hombres. Por aquel entonces las operaciones militares japonesas de 1942 causaban una crisis internacional por esa razón esta fue la respuesta de O´Sensei: El ejército comprende un número creciente de individuos que se sirven ciegamente de su poder. Han olvidado que es necesario socorrer a los que sufren. Son un puñado de locos que desfilan exhibiendo su violencia, su intolerancia y su amor por la destrucción. ¡¡ Cómo pueden ser tan necios para atentar contra la naturaleza y la voluntad del Kami !!. Y luego de esto con resignación continuó diciendo: La Vía del Budo insufla nueva vida a esta fuerza universal de donde nacen todas las cosas. La armonía, el amor y la cortesía son los elementos esenciales del verdadero Budo. Pero los que tiene el poder hoy en día no piensan sino en jugar con las armas. Creen equivocadamente que el Budo es un instrumento de violencia y destrucción y desean utilizarme para conseguir sus fines. Me siento muy alejado de semejante estupidez y no tengo intención de convertirme en su instrumento.

Aikido creación de los Dioses

El Sensei Mitsugui Saotome fue discípulo directo de O´Senseis Morihei Ueshiba y mantuvo con él muchas conversaciones filosóficas y sobre todo concernientes al espíritu del Aikido. Esta es una de aquellas conversaciones en las cuales O´Sensei le decía: Saotome, la gente dice a menudo que yo he creado el Aikido a partir de la práctica de otras artes marciales. Pero la Vía del Takemusu es diferente. Ha nacido del orden del Kami, y yo no he hecho más que seguirla y transmitirla a otros. Yo no he creado al Aikido. El Aikido es la Vía del Kami y debe formar parte de las leyes universales por ello la historia del Aikido se remonta a la creación del universo ¿Crees que un ser humano es capaz de crear tales leyes?. La inteligencia humana es demasiado limitada para comprenderla. Si nos olvidamos de dar las gracias al Kami nuestra vida no tiene ningún valor. Si olvidamos los procesos y la función del universo …estamos perdidos.

Los cincos principios fundamentales

O´Sensei Morihei Ueshiba formuló estos principios con el objetivo de que cada practicante los tuviera siempre en cuenta tanto sobre el tatami como en su vida:

  1. El Aikido es el camino que reúne a todos los caminos del universo desde la noche de los tiempos, es el espíritu universal que contiene y une a todos los seres.
  2. El Aikido es la verdad enseñada por el universo que debe regir nuestra vida en la tierra.
  3. El Aikido es el principio que une a la humanidad con la conciencia universal.
  4. El Aikido alcanzará su objetivo supremo cuando cada ser, después de haber seguido su propio camino no sea sino uno con el universo.
  5. El Aikido es la Vía de la fuerza y la compasión que conduce a la perfección infinita y a la gloria divina.

Noción del Kami

Para la mayoría de los practicantes menos avanzados resulta muy difícil incorporar la noción de Kami (Deidad Creadora y Origen del Universo) de la cual O´Sensei siempre hacía mención. Este Kami es al mismo tiempo múltiple y único. Para facilitar su comprensión vamos a relacionarlo con las leyes de la naturaleza o leyes físicas. Toda la materia que existe en el universo está hecha de la misma composición y la misma energía que el cuerpo humano, o una roca, una planta, una montaña, etc. Desde tiempos inmemoriales el hombre ha percibido que existe un poder misterioso que controla estas leyes y algunos lo llamaron Dios, los científicos aún no saben como llamarlo. O´Sensei lo llamó función milagrosa del Ki.

Por ello siempre en su enseñanza, decía que el Aikido era la Vía para lograr la armonía con las leyes de la naturaleza y que comprendían el amor y la protección de todo lo existente. Esta clase de enseñanzas surgieron gracias a la idea de que existe una energía original creadora común a todas las cosas, esta energía es el Espíritu del Kami.

El hombre y la mujer descienden de una línea de Kami en el mundo de la materia, es decir que la energía del Universo o de los Dioses, se encuentra en ellos mientras están en la tierra. Por esta razón, el pueblo chino para expresar la idea de persona utiliza el carácter hito que significa contener la luz divina, y el carácter para expresar cuerpo es iki maya que literalmente se traduce como templo vivo.

Entonces la aceptación de poseer la luz de Dios o del universo trae gran responsabilidad, por que se debe pulir el Espíritu y tratar de mejorarlo para proteger ala creación ya que es responsabilidad de toda la humanidad.

En el Aikido se conoce como Reigí a la etiqueta o normas de cortesía con respecto al compañero y a la clase, si analizamos este término observamos que Rei se traduce como reverencia, también significa Espíritu Santo, y el término de gi significa manifestación. Con todo esto observamos nuevamente la clara alusión del carácter del hombre como portador o vehículo de su origen divino. Entonces hacer una reverencia a otro (costumbre oriental por demás conocida) supone reconocer esta responsabilidad y del Espíritu del Kami que habita en cada ser; haciendo esto se reconoce que si bien nuestros cuerpos son diferentes el espíritu es el mismo.

La concepción errónea del arte marcial

Practicantes de otros estilos o personas ajenas al arte marcial, suelen criticar la suavidad de los movimientos del Aikido, restándole valor como sistema eficaz de defensa. Por lo tanto consideran que al no ser violento no es un arte marcial.

Pero sucede que en realidad solo ven sus propias concepciones de lo que ellos consideran como una vía marcial, y las imágenes de conflicto y la lucha dominan sus mentes.

Para ellos fuerza es sinónimo de choque, y solo reconocen a la forma del ataque como única herramienta efectiva y marcial… pero ¿choca la luna contra la tierra, el sol destruye los planetas? No, pero sin embargo nadie desconoce los efectos que ejerce la luna sobre nuestro planeta, así como tampoco nadie puede negar como necesitamos a ese sol para sobrevivir.

En estos hombres sus prejuicios bloquean la aceptación de la verdad, y su hostilidad por lo tanto bloquea el desarrollo del poder verdadero, que va más allá del choque o el contacto.

Una mente llena de prejuicios y opiniones categóricas no puede asimilar las verdades universales.

Todos sabemos que la adquisición de poder sea cual fuere su forma influye en la personalidad desde muchos puntos de vista.

En el caso de las artes marciales pueden desarrollar sentimientos de modestia y respeto así como reforzar la conciencia social y el trato con los demás. Pero si la mente se halla dominada por el ego y las ideas erróneas de lo que se considera arte marcial, la práctica puede significar todo lo contrario.

De esta práctica errónea surgen individuos que buscan el poder, lo cual puede llegar a convertirse en una obsesión, que resultará en un individuo marginal que vive en un mundo onírico y violento.

La competición y el Budo del Aikido

El propósito del Aikido antes que la competición, es favorecer los mecanismos de la armonía y aumentar la comunicación entre personas. De esta forma pueden practicar juntos personas fuertes y débiles, jóvenes y viejos, niños y adultos, y al mismo tiempo obtener gran provecho de ello a medida que desarrollan su capacidad de adaptación.

Pero la relación entre el ataque y la defensa y el camino difícil que incluye conservar la armonía hace que al estudiante le cueste aprender, y así puede llegar a equivocarse fácilmente de camino en su búsqueda del poder. Es en este momento cuando el ego reclama pruebas y anhela la competición.

Enseñar un arte marcial de competición no supone enseñar la verdad. Si bien la competición puede resultar favorable en su función de canalizar los impulsos agresivos y de estimular así como llevar hasta el límite a la capacidad física, esta son solo características de los deportes y juegos físicos.

Pero el Budo no es un deporte, es un modo de vida, y por ello las motivaciones son diferentes.

Pero ahora veamos como esto de competir influye en las sociedades modernas, las personas sienten ansiedades y experimentas constantes frustraciones, además destruye las relaciones personales por que se juzga y compara a las personas; al final todos temen confiar en los demás y se vuelven celosos, egoístas y violentos.

La celebración de campeonatos permite observar que el apego a la victoria ha privado a la mayor parte de las artes marciales de su verdadero sentido. ¿En qué se han convertido las técnicas y los principios? La agresividad y el miedo a perder los han destruido.

Sobre el cuadrilátero o la arena solo surgen las pálidas imitaciones de aquellos antiguos principios que fueron enseñados por los grandes maestros. Si solo importa la victoria y la derrota, se trata de un espectáculo de exhibicionismo primario; y es evidente que la armonía no puede desarrollarse en este contexto. Por que el Budo no es un deporte.

En el Aikido no existe el odio ni el enemigo

El hombre cuyo espíritu es de conflicto y desafío posee un interior que se halla sediento de sangre del enemigo. Aún sin que sus manos aferren la garganta del adversario, o sin que sus piernas y puños lo estén golpeando, basta solo con la idea para su cuerpo se llene de odio o de deseos de vencer; y entonces estos pensamientos se apoderan de su mente.

En Oriente hay un viejo dicho que reza lo siguiente el peor enemigo que existe es la mente turbada.

La verdadera victoria no supone vencer al enemigo. La verdadera victoria es la que ofreciendo amor se cambia y modifica el corazón del enemigo. Todos los grandes maestros espirituales que han pisado esta tierra han enseñado lo importante que es aprender a amar al enemigo.

El ser que en otros estilos, o en otras mentes es llamado enemigo para el aikidoka se convierte en un maestro, en un igual, en tu imagen, es él quien te ayuda a refinar tus ideas y tus técnicas, él es el contrapeso necesario para agudizar tus sentidos.

Al no verlo como enemigo, ni como un ser al cual temes o desprecias ni deseas causarle daño, te liberas inmediatamente de todos tus odios, es allí cuando en ese preciso momento tu mente queda libre. Con una mente libre puedes captar todos sus movimientos, todos sus puntos débiles y todo aquello que esté o no dispuesto a revelarte.

En el Budo comprender al enemigo es un paso esencial, dado que al comprenderlo esto permite que el odio desaparezca y brote el verdadero poder, la técnica pura.

«En el Aikido no existe el enemigo como tal, solo se encuentra la persona que se halla equivocada o alterada. Una persona en estas condiciones se vuelve nerviosa y a veces violenta. Es deber del aikidoka ayudarlo a encontrar el verdadero camino, sin odio y sin malas intenciones mediante la vía del Aikido. »

Las Leyes de la Naturaleza

O´Sensei siempre hacía mención a estas Leyes con motivo de ilustrar los orígenes y comportamientos del Aikido. En una ocasión al hablar de ellas dijo:

“Las Leyes de la Naturaleza y los ritmos universales constituyen el libro básico de las técnicas y la práctica del Aikido. Las Leyes que definen la estructura y la dinámica del Universo deben convertirse en parte integrante e intuitiva de la consciencia, pues ella determina la estructura y la dinámica del cuerpo.

El Aikido es la expresión física e intuitiva de fórmulas matemáticas. El espíritu e quien desplaza al átomo, agita a los océanos,
anima al fuego y circula en el interior de los seres humanos».

La Respiración: Takemusu Aiki

Todos los practicantes de Aikido conocen la gran importancia que se da a la respiración en todas sus formas, sin embargo son muy pocos los que saben por qué es considerado como fundamental en la práctica. Morihei Ueshiba hablaba de la respiración como Vía y Fuente de contacto del hombre con el soplo Divino, y decía lo siguiente:

«Por medio de la respiración se alcanza la sincronización con el arte del Ki, la fuente de la creación universal. Cuando este arte del Ki, Ki no mío yo, se expresa a través del cuerpo se llama: Takemusu Aiki (el soplo), es el lazo entre el fuego y el agua, la circulación de la materia en el Cosmos. En la expresión del tiempo y el espacio, de un pulso eterno, de una realidad en la que no existe separación entre espíritu y materia.

A medida que crece este estado de conciencia, ha de realizarse un intercambio entre las leyes del cuerpo en movimiento y las del Universo. Takemusu Aiki es la libertad de dicho estado de conciencia en tanto que uno se erige en el centro del tiempo y el espacio, la esencia viviente del agua y el fuego que inunda el cuerpo y el espíritu. Con motivo de este cambio las leyes resonarán de verdad, y serán las mismas en el cuerpo y el Universo.

Primero el cambio, luego la resonancia. La energía nuclear, la explosión de luz, del Ki, la fuerza gravitacional que crea el vacío y establece el orden, todos ellos están unidos y el arte del Kami fluye. El Ki es la fuerza nuclear que reside en el corazón de todas las cosas. Pero es el Ying y el Yang de la respiración lo que diversifica y limpia. La respiración es la energía impulsora de la vida. Es aquí donde reside el poder del Kokyu.

El Sable de la Vida Eterna

En ocasiones O´Sensei Morihei Ueshiba revelaba a sus alumnos parte de lo que él consideraba la Verdad del Universo, pero como resultara tan difícil comprender sus palabras, prefería demostrarlo con su persona. Cuando realizaba una demostración con su bokken (Sable de madera), hablo a sus discípulos y les dijo:

«Este es el Takemusu aiki de Ueshiba. Con un movimiento de mi bokken reúno toda la fuerza vital del Ki universal. Este es el sable del pasado, el presente y el futuro.

Mientras lo sostengo, mi bokken absorbe la energía del Universo y la condensa en un instante. A su vez contengo el pasado y el futuro, porque contengo al infinito.

No existe el tiempo ni el espacio.

Mi vida como cualquier otra comenzó con el origen del Universo. Toda mi vida, desde los orígenes de la creación hasta el día de hoy, está en este sable. Este es el sable de la vida eterna.»

 

La importancia de la Concentración

Una vez mientras el Sensei Saotome se encontraba sirviendo de Uke en una de las demostraciones de O´Sensei, este cambio de guardia para hallarse más cómodo. Si bien cuando realizo este cambio de postura se hallaba detrás de O´Sensei y lo hizo de la manera más silenciosa, Morihei Ueshiba sintió la vibración, esa ligera caída en la intensidad de la presencia, de esa forma advirtió la separación entre la mente de Sensei Saotome y la suya.

En ese instante justo O´Sensei se volvió con brusquedad y detuvo su bokken a escasos centímetros del cuello de Saotome, y con enojo le dijo: «Tu concentración no debe debilitarse nunca, no debes relajar la guardia en ningún momento. El Ki Universal jamás se separa del espacio, y tu mente jamás debe separarse del enemigo. El ojo del Aiki no es un ojo físico. Sea de día o de noche, cualquiera que sea su dirección, su rapidez, el ojo espiritual debe detectar la vibración. Este ojo trasciende al yo. Su apertura es la del Universo. Es el ojo del vacío que refleja la luz de la Verdad.»

 

En la realidad y en la armonía se halla el Budo

Sólo aquellos artistas marciales o luchadores que no han transcendido la barrera de lo físico en sus vidas continúan usando el ojo físico. Y apelan a este ojo físico para utilizar diferentes estrategias y recurrir a la astucia, y a su velocidad. Al no poder resolver la situación con su espíritu, apelan a su ego.

Para el ojo físico, la técnica es solo un juego ya que está pendiente del sabor de la victoria.

El entrenamiento Budo supone el estudio de la realidad, de la vida, y de la muerte, así como de la conquista de la fuerza y el espíritu que ayuda a afrontar esta realidad.

Si al estar entrenando el único objetivo es lograr la victoria ante otro, surge en la mente una consciencia del tipo competitiva. Y en las competiciones las preocupaciones giran en torno a saber quien es el más fuerte, veloz, técnico, etc. Por esta razón la competición nunca será un reflejo fiel del ser o de las reacciones, tan solo revelará el aspecto estratégico y resistencia física del individuo. Pero en el combate real es donde aparece el Budo, cuando el unció objetivo es la supervivencia, los débiles pueden reunir un poder asombroso y los fuertes pueden sucumbir al miedo.

Cuando la vida no está en juego, es demasiado fácil olvidar que la fuerza física y los conocimientos técnicos tienen límites. Y como el ego no le gusta conocer sus límites aprovecha para hacer las cosas más irreales creando una falsa idea de la eficacia y seguridad. El espíritu entonces pierde fuerza debido a que los extremos de vida o de muerte han perdido la importancia real. Es imposible renunciar al apego de vida o muerte si solo se piensa en ganar, de esta forma es sumamente imposible penetrar en la mente del enemigo.

Las nociones de vencer o perder, de triunfar o ser derrotado

no son sino manchas que ensucian el espejo del Budo.

Y un espejo sucio no refleja al oponente como debe ser, y

así nunca encontraras tu verdadero camino, tu senda.

Por ello el espíritu del Aikidoka es límpido como la

superficie de un espejo, y así reflejará toda acción que

contra él se lleve a cabo, devolviéndole su energía a su agresor.

Articulo extraído por internet escrito por el profesor, instructor Fernando Cartofiel.